Narró Abdallah Ibn Masud -Al-lah esté complacido con él-: “Pregunté al Profeta -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- : “¿Cuál es la obra má...
Abdallah Ibn Masud -Al-lah esté complacido con él- le preguntó al Profeta -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- por los actos de adoración...
Se transmitió de Uzmán Ibn Affán -que Al-láh esté complacido con él- que oyó decir al Mensajero de Al-láh -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean...
"Cada musulmán" y también musulmana "que asista a una oración obligatoria" es decir en su tiempo, "habiendo cumplimentado debidamente su ablución" es...
Abu Huraira —que Al-lah esté complacido de él— relató que el Profeta —la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él— solía decir: «Los cinco rezos, l...
El Profeta —que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él— nos informa que los cinco rezos prescritos diarios, el rezo en congregación del vierne...
De Amro Ibn Shuaib, de su padre y este de su abuelo, Al-lah esté complacido con él, que el Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, dijo: “Orde...
Enseñad a vuestros hijos, niños y niñas, hacer la oración y obligadles a hacerla cuando tengan siete años y pegadles si es preciso para que la hagan c...
Abu Huraira, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “El Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, cuando iniciaba la...
El Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, cuando iniciaba la oración con el Takbir “Al-lahu Akbar” solía bajar la vo...

Narró Abdallah Ibn Masud -Al-lah esté complacido con él-: “Pregunté al Profeta -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- : “¿Cuál es la obra más amada por Al-lah?” Dijo: “Realizar la oración a su tiempo”. Dije: “¿Y después cuál?” Dijo: “El buen trato a los padres”. Dije: “¿Y después cuál?” Dijo: “La lucha por la causa de Al-lah””. Dijo Abdallah Ibn Masud -Al-lah esté complacido con él-: “El Mensajero de Al-lah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- me informó de estas obras, y si le hubiera preguntado más, me habría contestado”.

Se transmitió de Uzmán Ibn Affán -que Al-láh esté complacido con él- que oyó decir al Mensajero de Al-láh -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- : “A toda persona musulmana que asista a una oración obligatoria habiendo cumplimentado debidamente su ablución y que rece con recogimiento y sosiego en sus inclinaciones y postraciones, le serán perdonadas sus faltas, excepto las graves, y así toda la vida.”

Abu Huraira —que Al-lah esté complacido de él— relató que el Profeta —la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él— solía decir: «Los cinco rezos, los rezos en congregación del viernes y los meses de ayuno de ramadán expían los pecados cometidos entre ellos, si se evitan los pecados capitales».

De Amro Ibn Shuaib, de su padre y este de su abuelo, Al-lah esté complacido con él, que el Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, dijo: “Ordenad a vuestros hijos hacer la oración cuando tengan siete años y pegadles si es preciso para que la hagan cuando tengan diez. Y ponedles a dormir en camas separadas”. Y de Abu Zuraya Sabra Ibn Maabad Al-Yahni, Al-lah esté complacido con él, que el Mensajero, Al-lah le bendiga y le dé paz, dijo: “Enseñad al niño la oración a los siete años y pegadle para que la haga, si es preciso, a los diez años”. En el relato de Abu Daud: “Ordenad a vuestros hijos hacer la oración cuando tengan siete años".

Abu Huraira, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “El Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, cuando iniciaba la oración diciendo “Al-lahu Akbar” permanecía en silencio por un momento antes de empezar a recitar el Corán. Entonces, le pregunté: “¡Oh Mensajero de Al-lah! ¡Por mi padre y por mi madre! ¿Acaso has notado el silencio que haces entre el Takbir y la recitación (pausa que se hace entre el Takbir con la que inicia la oración y la recitación del primer capítulo)? ¿Qué dices durante ese tiempo? Dijo: “Digo: “¡Oh Al-lah! Aléjame de mis pecados como has alejado el Oriente del Occidente”. ¡Oh Al-lah! Purifícame de mis pecados como un vestido blanco se purifica de la suciedad. ¡Oh Al-lah! Purifícame de mis pecados con agua, nieve y granizo”.

Narró Abdullah Ibn Umar -Al-lah esté complacido con ellos-: “El Profeta -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- levantaba las manos hasta la altura de sus hombros cuando comenzaba la oración, cuando se inclinaba, poniendo las manos sobre sus rodillas diciendo “Al-lahu Akbar”, y cuando levantaba su cabeza de la inclinación las levantaba de la misma manera, y decía, “Sami‘a Al-lahu liman hamidah” (Al-lah escucha a quien Lo alaba), “Rabbana wa lakal-hamd” (Señor nuestro, para Ti es la alabanza). Y no levantaba las manos cuando se prosterna o cuando se levanta de la prosternación”.

Narró Ubadah Ibn As-Samit -Allah esté complacido de él- que el Profeta -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- dijo:"No ha hecho su oración quien no recita la Sura de Al-Fatiha (la que abre el Libro).

Narró Abu Hurayrah -Al-lah esté complacido con él-: "Que el Profeta -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- entró a la mezquita. Entonces, un hombre entró e hizo la oración, y después vino a donde el Profeta -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- y le saludó. Y le dijo: "Vuelve y haz la oración, pues ciertamente no la has hecho". Así pues, el hombre volvió e hizo la oración como la había hecho. Después vino a donde el Profeta -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- y le saludó y entonces le dijo: "Vuelve y haz la oración, pues ciertamente no la has hecho", tres veces. Y entonces dijo: "Por aquél que te ha enviado con la verdad, no se hacerlo mejor que esto, así pues, enséñame". Dijo: "Si te dispones a hacer la oración, haz el takbir, después lee lo que sepas del Corán. A continuación haz ruku' (la inclinación) hasta que estés tranquilo en el ruku'. Después levántate hasta que te quedes derecho de pie. Luego haz suyud (postración) hasta que te quedes tranquilo en suyud. Después levántate hasta que quedas tranquilo sentado. Y haz así en el resto de la oración".

Narró Ibn 'Abbas, que Al-láh esté complacido con ambos, que el Mensajero de Al-láh, que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él dijo: “Me ha sido ordenado que me prosterne sobre siete huesos: la frente -y apuntó a su nariz, las manos (las palmas), las rodillas y los dedos de los pies; sin remangar la ropa ni recogerse el cabello, si al postrarnos cae (se esparce) sobre suelo”.

De Abû Umama, Al-lah esté complacido de él, que dijo (marfu’): ‘Le preguntaron al Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, ‘¿Cuál es la plegaria más escuchada?’ Contestó: “La que se hace al final de la noche y después de las oraciones obligatorias”.

Se transmitió de Yarír Ibn Abdul-lah Al Bayali- que Al-láh esté complacido con él- que dijo: “Estábamos junto al Profeta - que Al-láh le bendiga y le dé paz- y miró a la luna en una noche de luna llena. Y después dijo: ¡Ciertamente, veréis a vuestro Señor como estáis viendo a esta luna sin notar cansancio en vuestra visión. Entonces si no os veis impedidos a hacer la oración antes de la salida del sol y antes de su puesta, hacedla pues!.” y en otra narración: " Y miró a la luna en la décima cuarta noche del mes".

Narró Abu Huraira -Al-lah esté complacido con él- que el Mensajero de Al-lah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- recitó en las dos postraciones de la oración voluntaria anterior al Fayr (alba) las Suras de “al-Kafirún” [Corán, 109] y “al-Ijlás” [Corán, 112].