- El creyente debe abstenerse de la obscenidad y de toda mala obra.
- El mensajero de Al-láh -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- poseía los buenos modales y siempre obraba bien y decía lo bueno.
- El buen carácter es un terreno de competición entre los creyentes ya que la persona con mejor carácter se considera de los mejores creyentes y de los que tienen fe más puro.