Se transmitió de Abu Dardá -que Al-láh esté complacido con él- que dijo el Mensajero de Al-láh -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-: “...
Quien memoriza las diez primeras aleyas de la sura de la Caverna, o las diez últimas, según las dos narraciones, Al-láh -Enaltecido sea- le protegerá...
De Aisha, que Al-láh esté complacido con ella, que dijo: “El Mensajero, Al-láh -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-, solía recordar a...
El significado de este hadiz: “El Mensajero, -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-, solía recordar a Al-láh" con todo tipo de menciones...
De Abu Huraira - que Al-láh esté complacido con él- que el Mensajero de Al-láh -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- dijo: “Nada es más...
"Nada es más honorable para Al-láh que la súplica a Él" porque es un acto de adoración, y la adoración es el objetivo por el que Al-láh ha creado sus...
Narró Ubada Ibn As Samit y Abu Said Al Judri – que Al-lah se complazca de ambos- “No hay musulmán sobre la tierra que suplique a Al-lah sin que Él se...
El hadiz incita a todo musulmán a tener una relación con Su Señor –Exaltado sea- basada en palabras, obras y suplicas emanadas de un corazón sincero l...
De Shahr Ibn Hoshab dijo: "Le dije a Um Salama –Al-lah se complazca de ella- ¡Madre de los creyentes! ¿Cuál era la súplica que repetía mas el mensajer...
La suplica que más repetía el Mensajero de Al-lah la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, es decir con más frecuencia, era: (¡Tú que transform...

Se transmitió de Abu Dardá -que Al-láh esté complacido con él- que dijo el Mensajero de Al-láh -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-: “Quien memorice diez aleyas del comienzo de la sura de ‘La Cueva’, se verá a salvo del anticristo.” Y en otro relato: “Del final de la sura de 'La Cueva'.”

De Aisha, que Al-láh esté complacido con ella, que dijo: “El Mensajero, Al-láh -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él-, solía recordar a Al-láh en todo momento y situación”.

De Abu Huraira - que Al-láh esté complacido con él- que el Mensajero de Al-láh -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- dijo: “Nada es más honorable para Al-láh que la súplica (dua) a Él".

Narró Ubada Ibn As Samit y Abu Said Al Judri – que Al-lah se complazca de ambos- “No hay musulmán sobre la tierra que suplique a Al-lah sin que Él se lo conceda, o lo salve de un mal equivalente, siempre que su suplica no conlleve un pecado o un corte de lazos consanguíneos” un hombre del pueblo dijo: “Entonces pediremos más” y el profeta respondió: “Al-lah les dará más” en la versión de Abu Said Al Judri se añade: “Le concede una recompensa similar”

De Shahr Ibn Hoshab dijo: "Le dije a Um Salama –Al-lah se complazca de ella- ¡Madre de los creyentes! ¿Cuál era la súplica que repetía mas el mensajero de Al-lah–la paz y las bendiciones sean con él cuando estaba contigo? Ella dijo: la que repetía mas era: “¡Tú que transformas los corazones! Afirma mi corazón sobre tu fe”.

Narró Abu Huraira -Al-lah esté complacido con él -que el Mensajero de Al-lah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- solía decir: “Oh Al-lah, enmienda mi religión que es el fundamento de mi existencia. Enmienda mi vida de acá en la que hallo mi subsistencia. Enmienda mi Otra Vida a la que seré emplazado. Haz que esta vida me suponga un aumento en todo lo bueno. Y haz que la muerte me sea el descanso de todo lo malo.”

Ibn Omar narró que El Mensajero de Al-lah -la paz y las bendiciones sean con él- nunca dejaba de repetir estas palabras por la tarde y por la mañana: “Oh Al-lah, te pido seguridad en mi religión y en mis asuntos mundanos, en mi familia y en mis bienes; Oh Al-lah, oculta mis faltas y mantenme alejado de las cosas que temo; Oh Al-lah, protégeme por delante y por atrás, a mi derecha y a mi izquierda y por encima de mí; busco refugio en Tu Grandeza de recibir el daño inesperado debajo de mí”.

Narró Aisha, Al-lah esté complacido con ella: “el Mensajero de Al-lah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- le enseñó esta súplica: “Al-lhaumma inni as’aluka al-jayr kulihi aayilihi wa ‘ayilihi, ma aalamtu minhu w ama lam ‘alam, wa ‘aaudhu bika min acharri kulihi aaayilihi wa ‘ayilihi, ma aalamtu minhu w ama lam ‘alam. Al-lhaumma inni as’aluka al-jayra ma sa’alaka aabduka wa nabiyuka, wa ‘aaudhu bika min acharri ma aadha minhu aabduka wa nabiyuka. Al-lhaumma inni as’aluka al-yanna wa yuqarribu ‘ilayha min qawlin wa aamal, wa ‘aaudhu bika min an-nar, wa yuqarribu ‘ilayha min qawlin wa aamal, wa as’aluka an tayaal qada’ qadaytahu lí jayran” (Oh Al-lah, te suplico todo lo bueno, presente y futuro, lo que conozco y lo que ignoro; me refugio en Ti de todo mal, presente y futuro, lo que conozco y lo que ignoro. Oh Al-lah, te suplico lo mejor de lo que Tu Siervos y Tu Mensajero -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- te ha suplicado, y me refugio en Ti de lo peor de cuanto Tu Siervos y Tu Mensajero -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- se ha refugiado. Oh Al-lah, te pido el Paraíso y todo lo que me acerque a él ya sean acciones o dichos, y me refugio en Ti del Infierno y de todo lo que me acerque a él ya sean acciones o dichos. Te ruego que todo cuanto hayas decretado para mí sea bueno).

De Abdul-lah ibn Amru ibnul Aas –que Al-láh esté complacido con ambos– que el mensajero de Al-láh –que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él– dijo: "En verdad, la fe se desgasta en uno de ustedes como se desgasta una camisa; así que pídanLe a Al-láh que renueve la fe en sus corazones".

De Muadh, Al-lah esté complacido con él, que el Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, dijo: “¡Muadh, por Al-lah que yo te amo. Y ahora déjame que te dé un consejo: No dejes de decir al final de cada oración: ‘¡Al-lah umma ainní alá dhikrika wa shukrika wa husni ibádatik!’ (¡Oh Al-lah, ayúdame a mencionarte, a agradecerte y a adorte con sinceridad!)”.

Narró Abu Hurayra -que Al-láh esté complacido con él- que el Profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- dijo:"Lo más cerca que el siervo está de su Señor es cuando está en suyud (postración), así que hagan muchas súplicas durante el mismo".

Narró Anas –Al-lah se complazca de él- La suplica más común del profeta –la paz y las bendiciones sean con él- era: Rabbana aatina fid dunia hasana, wa fil akhirati hasana qa quina adaban nar (Señor nuestro danos lo bueno de esta vida, lo bueno de la otra y protégenos del castigo del fuego).